El proyecto se ha desarrollado en la provincia de Atalaya, en 13 escuelas de comunidades que se encuentran muy alejadas, unidas por el río Ucayali (afluente del Amazonas) y pertenecientes a las diferentes etnias Yine, Shipibo, Ashaninka y Asheninkas.
Los principales problemas educativos de estos niños se deben a la baja formación de los docentes, que además habitualmente sólo hablan castellano y no las lenguas nativas, por lo que se dificulta enormemente la enseñanza así como la comprensión por parte de los alumnos.
En esta zona de Perú, el 23% de los niños en edad escolar no accede a la educación básica y el 13% abandona la escuela antes de finalizar la educación primaria, aumentando estos porcentajes hasta el 50% en secundaria. Gran parte de ese absentismo y abandono escolar se debe a que el 85% de los niños no comprenden lo que leen y los docentes no hablan la misma lengua que sus alumnos.
‘Un Maestro, Una Vida’ se ha desarrollado a través del trabajo conjunto de docentes formados en NOPOKI (“La Universidad de los indígenas”), de más de 20 docentes del Ministerio de Educación, de los padres de familia y de los propios alumnos de las escuelas. Para lograrlo, se han elaborado materiales didácticos (guías metodológicas y cuentos) y se ha formado para su uso a los docentes. Por otro lado, también se han mejorado las infraestructuras y el equipamiento de las 13 escuelas utilizando material adecuados para el terreno: se han reconstruido los tejados, se han cambiado puertas y ventanas, se ha adquirido nuevo mobiliario (mesas, sillas, pizarras, estantes…), llegando a alcanzar más de 500 alumnos beneficiados.
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